viernes, 29 de enero de 2010

Diputado gómez león: el sintoma de una diarrea institucional

No nos camsamos de ser testigos de tanta estupidéz...
Un diputado racista... ¿será el peor de nuestros males?...
Estamos cansados de ver como nuestra clase política está conformada por gente incompetente, imbéci, y lo peor de todo... MUY MALINTENCIONADA... no es novedad que un diputado tenga conectada la boca con el intestino grueso de forma directa y en un sentido inverso... a hablar y a cagar al mismo tiempo y por la misma cavidad... no es novedad tampoco que nos mantengamos haciendo un "ejercicio democrático" al votar por estas liendres asquerosas para que "trabajen para nosotros" No es ninguna novedad que pensemos que la democracia se limite a un ejercicio tan elemental como el voto. Entonces... si nada nuevo brilla bajo el sol... ¿de que nos sorprendemos? De hecho ya se había tardado una muestra de vacío craneal tan evidente en uno de nuestros servidores públicos... No dudo que haya gente con valor en nuestro gobierno... pero la verdad ya no me importa. Mi prejuicio ( y no puede decirse que sea mal infundado) ha llegado al extremo total de asociar el patronímico político con los adjetivos "ratero" "imbécl" "borracho" "deshonesto" "opulento" "pocoshuevos" "cobarde" "pusilánime" "mentiroso" "déspota" "peligroso" "doblecara" ... y me gustaría poder dejar espacios en blanco para que quien leyera lo presente completara la idea con los adjetivos que le vinieran a la cabeza en asociación.

Pero eso si... hay que gritar al unísono el centenario y el bicentenario de robos, tomadas de pelo, y muestras de imbecilidad que nuestro pueblo a visto pasar de forma incansable... alcabo que gritar "VIVA MÉXICO" no cuesta mas que un desgarro de garganta... nada comparado al desgarro de conciencia que tenemos por ser un pueblo tantas veces ultrajado por descerebrados ilustres que llenan nuestros tristes y vergonzosos recuerdos del Mexicano. Hay que olvidar nuestra pena, gritando ahogados de tequila... con un orgullo en el pecho que se enseña al extranjero... pero con una dolorosa vergüenza en el corazón que se enseña al compatriota...

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